Fuente: General (Rp) MIGUEL ANTONIO GÓMEZ PADILLA
DIRECTOR EMERITO DE LA POLICÍA NACIONAL
ADMINISTRADOR POLICIAL

“TODA AUTORIDAD QUE NO SE EMPLEA EN EL SERVICIO PARA EL CUAL SE HA CREADO ES UN PRINCIPIO DESUBVERSION DEL ORDEN Y CREA LA DISFUSION Y EL DESPOTISMO” ALBERTO LLERAS CAMARGO. EXPRESIDENTE DE COLOMBIA.

Podemos estudiar el ente de policía como noción o como estructura, pero siempre en
el contexto de Nación, de Estado y de Gobierno; pues ella nace, evoluciona y se
desarrolla en la medida en que lo hacen estos y definitivamente, este estudio, debe
realizarse a la luz de la Ciencia de Policía.

“En el pasado, hace muchas centurias, en todas las comunidades como aldeas o pueblos
(que en aquellos tiempos eran muy pequeños) todos los miembros de la comunidad eran
responsables de ayudar a mantener la paz, y los ancianos castigaban a aquellos que
pecaban contra la comunidad; pero a medida que estas comunidades crecían, las gentes
se ocupaban más y más en sus tareas individuales en los campos, tiendas o talleres y no
tenían tiempo para atender la preservación de la paz pública. Por eso escogieron algunos
ciudadanos y les pagaron para que previnieran el crimen y capturaran a los malhechores.
Así principió la policía.

Ustedes ven, pues, que somos los sucesores de un viejo sistema establecido hace mucho
tiempo. Primordialmente somos ciudadanos elegidos para servir como guardianes de la
paz y para protección de sus conciudadanos. Para que ellos puedan reconocernos como
sus elegidos protectores y puedan pedirnos ayuda o consejos, se nos ha dado un
uniforme especial que nos distingue como policías.

Pero, no es suficiente ponerse un uniforme y portar una insignia. La vida hoy en día es
muy complicada; todo se mueve más rápido que en los viejos tiempos, y hay un gran
número de leyes que dicen al pueblo lo que puede hacerse y lo que no, de modo que la
policía tiene que saber una apreciable cantidad de cosas. Para conseguir esto se debe
enseñar un sin número de ellas, que nos habiliten como policías inteligentes y eficientes
y seamos así fuente real de protección para los asociados respetuosos de la ley y el
temor de los malhechores”. (Curso inicial para reclutas de la Policía Nacional de
Colombia. Conferencia No. 4, Misión Inglesa 1953).

Afirmó el Expresidente de la República, Alberto Lleras Camargo: “quien pertenece al
cuerpo de Policía tiene que saber, mejor que la inmensa mayoría de sus compatriotas,
cuál es la ley y cómo opera. Tiene que conocer lo que el propio pueblo, su mandante,
muchas veces ignora. Y tiene que ser, ante todo, un maestro de su pueblo.


Por eso la misión de la Policía es la más alta, la más noble, la más importante, porque para la
inmensa masa humana la única autoridad con la cual se encuentra a diario y que
representa para ella todo el poder, es la Policía.

El gobierno, para muchos de nuestros compatriotas, no es sino la Policía. Y habrá buen o

mal gobierno si hay buena o mala Policía, gobierno arbitrario o justo, según opera la Policía”

Y declaramos que, quienes realizan la función policial son profesionales y así nos lo
reafirma la Ley 62 de 1993 en su artículo 7, pero principalmente, porque dominan un
saber humano: la ciencia de policía.

Evidentemente, existe una ciencia autónoma llamada ciencia de policía, que ha
evolucionado a partir de la experiencia y la investigación científica; es innegable que ella
requiere auxiliarse de otros campos del conocimiento en una perfecta manifestación
holística.

Todos aquellos campos del conocimiento a que me refiero, “están unidos o agregados,
con dependencia, proximidad y estrecha relación” con respecto a la Policiologìa, por lo
cual hacen parte de ella, como ramas de un mismo tronco; ellas son: la filosofía, la
antropología, la sociología, la psicología, el derecho y la ciencia política, entre otras.
Es cierto y palmario que la policiologìa posee una estructura, determinada por su objeto:
el ente policía; y por su fin: la convivencia y que se somete al método científico en sus
investigaciones. Y que corresponde en su naturaleza a las ciencias sociales, a las
ciencias humanas o como dice el comisario argentino Fentanes: “pertenece a las ciencias
de la cultura”.

El comisario general de la Policía Federal Argentina Enrique Fentanes afirma que la
ciencia de policía “tiene por objeto el estudio sistemático y metódico de la policía como
institución y como doctrina”.

El brigadier general (Colombia) Fabio Arturo Londoño Cárdenas, máximo policiologo en
nuestro medio, expresa que “la ciencia de policía es el estudio sistemático del ente
policía, sus causas, evolución y señalamiento de sus principios”.

El general (Colombia) Miguel Antonio Gómez Padilla, define la ciencia de policía como:
“el estudio sistemático, ordenado y crítico, del ente policía en su contexto: histórico
cultural, sociológico, político, económico, antropológico, jurídico y filosófico; y en su
dimensión universal y local”.

La primera noticia que tenemos de ciencia de policía es por allá en 1756 en el libro
“Elementos generales de Policía”, más tarde bautizado como Ciencia del Estado, escrito
por el alemán Juan Enrique Von Justi (1717-1771). Afirma este autor que “la policía es
una ciencia tan poco conocida, que yo oso lisonjearme de ser el primero que haya dado
de ella un sistema fundado sobre la naturaleza misma de la cosa, y quien lo haya tratado
a fondo e independientemente de las otras ciencias que tienen alguna relación con ella.
La mayor parte de los errores que se han cometido sobre este punto, provienen de
haberse confundido la policía con la política”. Para este autor “administración pública y
Policía eran algo igual o común”, siguiendo así la tradición griega, para quienes, gobierno

y policía eran una misma cosa.

La etimología de la palabra así nos lo sugiere: Polisciudad y Teos-gobierno.
Nos dice igualmente Von Justi que: “policía comprende también todo lo que puede
contribuir a la felicidad del ciudadano y principalmente a la conservación del orden y la
disciplina; los reglamentos que miran a hacerles la vida más cómoda y procurarles las
cosas que necesitan para subsistir”.

Pero, es evidente la diversidad histórica del concepto policía a lo largo del mundo y de
las diferentes sociedades. Hay variedad de formas, concepciones y modelos; cómo se
va dando la sustitución de la policía privada por la policía pública, es decir, cómo se
avanza de la violencia propia de la barbarie y el salvajismo a la civilidad (en la medida
que se van alcanzando los ideales: de libertad, paz y justicia social para lograr la
convivencia propia de las sociedades civilizadas).

El Cuerpo-Institución policial, desde 1891 o quizá muchísimo antes, ha venido
desarrollando, sin alardes mediáticos, silenciosa pero ordenadamente un programa que
podemos llamar: la búsqueda de un Cuerpo Institución moderno, profesional y
democrático en un Estado social de derecho y para el siglo XXI. El primer paso se
dio con la Constitución de 1991. El artículo 218 de C.P. da el fundamento para el proyecto
cuando nos define: Cuerpo armado permanente de naturaleza civil y a cargo de la nación.

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