Por: General (Rp) Miguel Antonio Gómez Padilla
Director Emérito de la Policía Nacional
Administrador Policial
Pues bien, invitamos a un desayuno de trabajo al señor ministro de Gobierno y, mientras degustamos unas exquisitas viandas, le hablé de la filosofía, doctrina, naturaleza y esencia de la Policía, y de nuestros anhelos y recónditas esperanzas para que en la nueva Carta Política existiera un articulado que fuera más un allá de “la Ley organizará un cuerpo de Policía Nacional”.
Nuestro mensaje fue escuchado. Días más tarde fui citado por el señor Presidente de la República a su despacho. Allí me encontré con el Ministro de Gobierno, el Asesor presidencial para la Constituyente y el señor Presidente.
Después de los saludos protocolarios, el señor Presidente manifiesta: “general, recibí su mensaje.
El doctor De la Calle me dice que ustedes no están satisfechos con el proyecto enviado por el Gobierno a la Constituyente, en lo pertinente a la Policía Nacional. Explíquese general” Sí señor Presidente.
Los Policías sentimos que hay un “Capitis Diminutio” para la Institución, en relación con otros organismos del Estado. No se define qué es la Policía Nacional, ni se determina su ámbito de acción. Se establecen una serie de prohibiciones: no asociarnos, no deliberar, no elegir ni ser elegidos. Desde tiempos inmemoriales hemos pedido un fuero especial de Juzgamiento. El actual es sólo legal y son innumerables los embates para suprimirlo. Nuestro principal defensor en la Corte Suprema de Justicia, el doctor Alfonso Reyes Echandía, fue inmolado en el holocausto del Palacio de Justicia. i Creemos en usted. ¡Ayúdenos, señor Presidente!