En junio de 2023, The Wall Street Journal informó que China construía una base de escuchas electrónicas en Cuba. Sin embargo, algunas descripciones indican que el gigante asiático ya contaba con una instalación SIGINT en la isla desde 2019.
La existencia de una base china junto a Estados Unidos aceleraría la competencia de espionaje entre Washington y Pekín.
CAPACIDADES DE LA COMUNIDAD DE INTELIGENCIA CUBANA
Cuba es bien conocida por su clima exótico, sus productos y su historia revolucionaria. Sin embargo, es desconocido para muchas personas que Cuba posee altas capacidades en inteligencia y espionaje. A raíz de la Revolución Cubana (1959), la Agencia de Inteligencia Checa entrenó en Cuba en inteligencia y operaciones encubiertas.
Pero cuando se produjo la invasión de Bahía de Cochinos en 1961, los soviéticos comenzaron a entrenar a los cubanos convirtiéndose en el principal patrocinador de la Dirección de Inteligencia de Cuba, conocida mundialmente como G-2.
La cooperación entre la KGB y el G-2 benefició a ambos bandos durante la guerra fría. Por un lado, los soviéticos podrían utilizar a Cuba como base de operaciones para realizar actividades de espionaje contra Estados Unidos. Ambas comunidades de inteligencia tenían un complejo para Signal Intelligence (SIGINT) en Lourdes, un pequeño pueblo a 60 millas de La Habana ya 93 millas de Key West, Florida, para realizar vigilancia electrónica contra Estados Unidos.
La base fue derribada en 2002, pero hay algunos informes de que Rusia comenzó a usarla en 2014 debido a la crisis de Crimea. Por otro lado, el G-2 se benefició de la KGB porque ayudó a los cubanos a realizar operaciones encubiertas en las Américas y el Tercer Mundo.
Durante los años sesenta, los Servicios de Inteligencia cubanos proporcionaron múltiples movimientos guerrilleros en las Américas para asegurar la difusión de los valores revolucionarios en el continente. Sin embargo, esa estrategia fracasó por la falta de progreso de la guerrilla y las críticas de la Unión Soviética, que consideraban este tipo de actividad como “aventura”.
A partir de ahí, La Habana comenzó a aplicar una estrategia diferente, el arte de gobernar encubierto. Consiste en penetrar en los altos niveles de un gobierno extranjero para lograr sus objetivos geopolíticos.