El “fleteo” es una modalidad de robo originada en Colombia que está cobrando fuerza en toda Latinoamérica, como una variante delictiva en permanente crecimiento, que amerita diseñar políticas de prevención y concientización encaminadas a combatir efectivamente esta amenaza y mitigar su expansión.
Conocido también como “marcas” en Perú, “salidera” en Argentina o “sacapintas” en Ecuador, este delito no solo afecta a las víctimas directas, sino que tiene una alta incidencia en la sensación de inseguridad. En su dimensión individual, impacta tanto física como psicológicamente a víctimas y testigos; y, en su dimensión colectiva, vulnera la ética social y contribuye con el incremento de las estadísticas de muertes violentas, pues no son pocos los casos que terminan en balaceras y víctimas fatales.
Esta práctica se caracteriza por una planificación meticulosa y una ejecución rápida y violenta, en la cual los criminales interceptan y amenazan a personas que retiran grandes sumas de dinero en efectivo de cajeros automáticos o bancos. Los delincuentes no solo se apoderan de la plata, sino también de las pertenencias de las víctimas, intimidándolas con armas de fuego, e hiriéndolas o asesinándolas en caso de resistirse.