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ArtIPA 24
/0 Comments/in ARTÍCULOS/by WEBMASTERCOLPAPNuestro Colegiado y compañero Jorge Hernando Murillo Mesa participa en una exposición de arte en Cáceres España. Nuestro saludo y admiración por su talento.
COLPAP – LA PREGUNTA DEL MOMENTO ES: ¿CUÁLES SERÍAN LAS PROPUESTAS PARA EL MEJORAMIENTO DE LA SEGURIDAD EN BOGOTÁ
/0 Comments/in ARTÍCULOS/by WEBMASTERCOLPAPPor: CR. (RP). Jorge Elías Salazar Pedreros
Presidente Colegio Profesional de Administradores Policiales
Por estos días se desarrollan múltiples convocatorias en diferentes escenarios para hablar y analizar los problemas de seguridad y formular propuestas de solución o mejoramiento a la seguridad de Bogotá, para ser tenidas en cuenta en la formulación del Plan de Desarrollo Distrital.
Mi perspectiva, que surge de las reuniones en las que he tenido oportunidad de participar, es que se continúan haciendo los mismos planteamientos que tradicionalmente se realizan, entre ellos el fortalecimiento de capacidades logísticas y tecnológicas para la policía, la conexión de las cámaras que se encuentran instaladas en determinados sectores para incrementar la video vigilancia, mejorar el alumbrado público en determinados sectores, fortalecer los planes operativos de la policía involucrando el ejército y la fiscalía, entre otros.
Se plantea nuevamente la evidencia que refleja el estudio y análisis estadístico del comportamiento delictual en cuanto a lugares, días y horas de incidencia, modalidades más realizadas por los delincuentes, entre otros, todo esto mapeado y quirúrgicamente determinado con el nivel de detalle que da la inteligencia artificial y la analítica de datos que se extraen por medio de algoritmos diseñados a partir de la gran cantidad de hechos registrados por denuncia de los ciudadanos afectados.
Se retoma el tema trillado de la cultura ciudadana para mejorar la convivencia ciudadana y recobrar la confianza de la ciudadanía en las autoridades y la institucionalidad en general, y de la prevención por medio de la participación ciudadana.
Se mencionan estos aspectos en forma muy resumida, porque se puntualizan muchas acciones más, que repito generalmente se plantean; y esto como se diría en una conversación propositiva correspondería a “los qué” y son bastantes.
Surge también en estos debates la mención de algunos problemas existentes, y uno de los más reiterativos es la falta de coordinación y articulación de todos los actores comprometidos en el logro de la seguridad, con una dificultad mayor en Bogotá por la defectuosa y débil estructura en que se encuentran las Alcaldías Locales pues no elaboran su Plan Integral de Seguridad y no tienen la arquitectura para implementar el del Distrito.
Se observa que se continúa en un círculo negativo de planteamientos que a pesar de ser evidente que para lograr “los que” por medio de “los cómo” hay que tomar decisiones sobre los embudos o cuellos de botella que a pesar de las buenas intenciones, si no se superan no se va a poder salir de ese círculo adverso, entre ellos:
1. Incrementar el número de efectivos de la Policía Nacional exclusivamente para el servicio de vigilancia y seguridad ciudadana, o sea para el patrullaje público. No podemos seguir aceptando que “es más importante la calidad que la cantidad”, eso es pura parafernalia, es un planteamiento que no aplica para atender la demografía y la extensión territorial de una ciudad como Bogotá, la proliferación exponencial de la delincuencia común y la especialización de la delincuencia organizada que ha venido llenando cada vez más los mapas de calor, la multiplicidad de conflictos y comportamientos contrarios a la convivencia, sumado a ello los actos de anarquía vandalismo y terrorismo urbano disfrazado de protesta social, el desorden y la total ausencia de autoridad para garantizar el espacio público a los ciudadanos, entre otros.
2. Incrementar el número de investigadores judiciales de la policía judicial y del cuerpo técnico de investigación de la Fiscalía.
3. El incremento proporcional de jueces, para lograr la oportunidad y efectividad de la justicia.
4. Implementar un modelo de gestión integral de carácter sistémico para la convivencia y la seguridad ciudadana que solucione el gran problema de la falta de coordinación, articulación y corresponsabilidad de las autoridades, las instituciones y entidades, y que permita mejorar la eficiencia y la efectividad de los planes, programas, proyectos y la inversión de los cuantiosos recursos económicos que se comprometen en la seguridad y la convivencia.
5. Quizá uno de los más complejos, solucionar la capacidad para mantener en centro de reclusión a los procesados y aumentar significativamente el número de cupos carcelarios para los condenados, sobre todo para que los “jueces” no tengan disculpa de enviar a los delincuentes de regreso a la calle.
Por poner solo un ejemplo, con las capacidades actuales, la Policía de Bogotá realiza diariamente un alto número de capturas de delincuentes de todo tipo, que frente al índice de incidencia no hace mella, sin embargo con la capacidad actual de la Fiscalía y los Jueces, se represa la judicialización, se continúan llenado las Estaciones de Policía, se demoran los procesos penales y se toman las acciones en detrimento de los ciudadanos como la de dejar en detención domiciliaria a gran cantidad de delincuentes.
Entonces, si este análisis es simple y claro, ¿por qué en la propuesta actual de Plan de Desarrollo no se toman decisiones trascendentales que en realidad proyecten un cambio a la situación imperante?, y al contrario, a pesar de saberlo, se continúa con un planteamiento que en resumen “es más de lo mismo” por tanto no se pueden esperar resultados diferentes. Pues si la Policía con más tecnología y medios incrementa la cantidad de capturas, se incrementará mucho más el represamiento de investigaciones judiciales, el hacinamiento en las Estaciones de Policía y la impunidad.
Por lo tanto desde nuestra perspectiva de administración policial, hacemos algunos planteamientos que pueden responder a algunos de “los como”:
1. Desarrollo de un Programa de Formación en Cultura Ciudadana para la Convivencia Pacífica y la Seguridad, con enfoque educativo y en clave de proceso de capacitación a la ciudadanía, con perspectiva de largo plazo que sea aprobado mediante Acuerdo Distrital.
2. Programa de formación de Gestores Comunitarios en Convivencia para desarrollar la mediación comunitaria para la convivencia y convertirse en multiplicadores en el Programa de Formación en Cultura Ciudadana.
3. Incremento de investigadores judiciales vinculando a los integrantes de la Reserva Policial en su mayoría Veteranos que sirvieron en este campo y tienen la capacitación, el conocimiento y la experiencia. Y consecuentemente desarrollar proyectos de ampliación de las instalaciones de la URI por lo menos a dos unidades en las localidades de mayor problemática.
4. Programa de Policía Cívica (Ley 4 de 1991) la cual deberá ser remunerada con recursos del Distrito, integrada con personal de la Reserva Policial, la cual estaría bajo coordinación de la Policía Nacional para cumplir funciones administrativas de la institución y actividades en terreno en los programas de prevención del delito, participación ciudadana y fomento de la convivencia tanto Distritales como policiales.
5. Diseñar una arquitectura para la seguridad y la convivencia ciudadana que genere el engranaje entre el nivel central (secretaria de seguridad y secretarias de gobierno, cultura, educación, salud, entre otras) y las Alcaldías Locales, para la coordinación, implementación, seguimiento y evaluación del Plan Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana diferenciado a las problemáticas de cada localidad.
6. Incrementar los recursos para invertir en la seguridad y la convivencia ciudadana. Se tiene conocimiento que los recursos para la seguridad del gobierno distrital anterior fueron menos del 2% de todo el presupuesto del Distrito, por tanto, ¿cómo se puede sustentar que se van a mejorar los resultados?
7. Implementar los mecanismos necesarios para la materialización del Código Nacional de Seguridad y Convivencia en cuanto al cumplimiento y respeto por parte de los ciudadanos y trasversal al programa de Formación en Cultura Ciudadana para la Convivencia.
La comunidad reclama más seguridad, más presencia de la policía y mayor autoridad.
CIBER HIGIENE: PROTEGIENDO LA SEGURIDAD EN EL MUNDO VIRTUAL
/0 Comments/in ARTÍCULOS/by WEBMASTERCOLPAPMy (RP) Héctor Castro Corredor
Administrador Policial
Especialista en seguridad, investigación criminal y alta gerencia.
Consultor SVSP, Miembro colegiado COLPAP.
Auditor BASC, ISO 27001
En la era digital actual, conservar niveles óptimos de seguridad en línea cobra mayor relevancia. La ciber higiene, también conocida como higiene cibernética, hace alusión a las prácticas y acciones que debemos observar para salvaguardar nuestra seguridad y privacidad en el mundo digital. Este escrito explora la importancia de la ciber higiene y proporciona algunas sugerencias prácticas para mantener la seguridad en el ciber espacio.
Contraseñas fuertes y únicas
En ciber higiene identificamos como una de las primeras líneas de defensa el uso de contraseñas robustas y únicas para todas nuestras cuentas en línea. Una contraseña fuerte debe incluir una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. Es importante generar cultura en torno a este tema evitando usar contraseñas obvias como “123456”, “colombia2024” o “contraseña”. Además, es determinante utilizar una contraseña única para cada cuenta, como quiera que, si un ciber delincuente “rompe” una contraseña, no podrá acceder a todos los recursos con que cuente un usuario en línea.
Actualización y parcheo de software
Otro aspecto esencial de la higiene cibernética es mantener nuestro software y los sistemas actualizados. Las actualizaciones y parches de seguridad que proporcionan los proveedores de software a menudo incluyen correcciones para vulnerabilidades conocidas. Si se omite actualizar con regularidad nuestros sistemas, podemos dejar puertas abiertas para los ciber agresores y malware. Se deben configurar los dispositivos para que se actualicen automáticamente o, como opción, asegurarse de actualizarlos de manera periódica.
Conciencia de los riesgos de phishing
El phishing es un modus operandi común de engaño al que acuden los ciberdelincuentes para acceder a datos confidenciales, como contraseñas, datos personales o financieros. Para evitar ser objeto de estos ataques, es necesario estar alerta frente a correos electrónicos y mensajes sospechosos. Es importante adoptar la costumbre de evitar hacer clic en enlaces o adjuntos desconocidos y no compartir información confidencial a través de mensajes o canales no seguros. Es necesario verificar la autenticidad de los remitentes antes de proporcionar cualquier información personal.
Protección en redes Wi-Fi públicas
Las redes Wi-Fi públicas son útiles, pero también pueden ser peligrosas y generan brechas importantes de seguridad si no se adoptan las medidas preventivas. Es necesario evitar realizar transacciones financieras o acceder a información sensible cuando se esté haciendo uso de una red Wi-Fi pública no segura. Es importante, de igual manera, utilizar una red privada virtual (VPN) para cifrar la conexión y proteger nuestros datos en tanto se navega en redes públicas.
Conclusión
La ciber higiene es fundamental para proteger nuestra seguridad y privacidad en el mundo virtual. Haciendo uso de contraseñas fuertes y únicas, actualizando regularmente el software, generando conciencia de los riesgos de phishing y la protección en redes Wi-Fi públicas, podemos reducir determinantemente el riesgo de ser víctimas de los ciber atacantes. Al adoptar estas prácticas de ciber higiene, podemos gozar de una experiencia en línea más segura y resguardada.
INNOVACION EN LA GESTION DE LA SEGURIDAD Y CONVIVENCIA CIUDADANA : EL ROL DEL MODULO PICSS EN EL SISPT
/1 Comment/in ARTÍCULOS/by WEBMASTERCOLPAPMy (RP) Héctor Castro Corredor
Administrador Policial.
Especialista en seguridad, investigación criminal y alta gerencia.
En el horizonte contemporáneo, la seguridad de los ciudadanos se distingue como un punto axial y crítico para las administraciones municipales y departamentales a lo largo del país. La diversidad, dinámica y complejidad de los retos en materia de seguridad, que van desde la criminalidad organizada a los desastres naturales, exige abordajes integrales y colaborativos para la protección de la ciudadanía y el fomento de su bienestar. Los Planes Integrales de Seguridad y Convivencia Ciudadana PISCC se han erigido como esquemas vitales para la gestión de la seguridad en su territorio. Los PISCC pueden definirse como instrumentos de planeación estratégica que deben seguir las administraciones locales y departamentales en el transcurso del cuatrienio de gobierno, en materia de convivencia y seguridad ciudadana . Tales planes prevén elementos como la prevención del crimen, la gestión de emergencias, la movilidad, etc.
Los PISCC, al tener un enfoque holístico, permiten identificar la interconexión de varios factores que gravitan en torno a la seguridad y convivencia ciudadana, como la infraestructura urbana, el entorno físico, la cohesión social y la calidad de vida, lo que permite atacar de manera efectiva y completa las causas fundamentales de la inseguridad. Finalmente, promueven la participación comunitaria en la identificación de problemas de seguridad, la creación de soluciones y la implementación de medidas de prevención, lo que genera la responsabilidad y el sentido de participación de los ciudadanos sobre su entorno, así como la cooperación y la colaboración de una alianza compuesta por la sociedad, el sector privado y los gobiernos locales.
El 18 de marzo de 2024, el Departamento Nacional de Planeación (DNP), con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD), presentó la Guía Metodológica para la Formulación, implementación, seguimiento y evaluación de los PISCC , que se establece como una hoja de ruta para la elaboración de estos instrumentos de planeación estratégica por parte de las entidades territoriales. Aunque existían versiones previas, este nuevo instrumento metodológico orienta a los gestores de los PISCC en su integración al módulo especializado para su implementación dentro del Sistema de Planeación Territorial (SisPT) , lo que representa un progreso significativo en la administración de la seguridad ciudadana. Este módulo, también implementado en esta iniciativa innovadora del DNP, ofrece herramientas y recursos específicos que facilitan la formulación, ejecución y monitoreo de los planes integrales de seguridad, proporcionando ventajas como la centralización de la información y el fortalecimiento de la coordinación interinstitucional.
El módulo PISCC, así nombrado por el DNP, aporta significativamente en cuanto a la incidencia en la construcción, seguimiento, evaluación y mejoramiento de los planes integrales de seguridad y convivencia ciudadana como quiera que el enfoque en la gestión territorial se vería positivamente afectado en aspectos que van desde la construcción de los PISCC ya que permite identificar áreas prioritarias y vulnerables en el territorio, así como determinar las necesidades específicas de seguridad y convivencia ciudadana de cada jurisdicción territorial; facilita hacer seguimiento a estos planes integrales; la evaluación se puede adelantar a partir de herramientas para valorar el impacto y la efectividad de los PISCC que permiten realizar análisis comparativos de indicadores antes y después de la implementación de los mismos; genera evaluaciones cualitativas de la percepción ciudadana y la satisfacción con las medidas implementadas; El SisPT contribuye al mejoramiento de los PISCC a través de la propuesta de una mejora continua de los planes con soporte en los resultados de la evaluación y el monitoreo para lograr identificar áreas de intervención prioritarias y diseñar estrategias específicas para fortalecer la seguridad y la calidad de vida en las comunidades. Esto puede implicar la asignación de recursos adicionales, la implementación de nuevas medidas preventivas o correctivas y la revisión de políticas y procedimientos existentes.
En síntesis, los Planes Integrales de Seguridad y Convivencia Ciudadana se constituyen en herramientas esenciales para fomentar la seguridad y el bienestar de la población en zonas urbanas. La disponibilidad de la Guía Metodológica para la formulación, implementación, seguimiento y evaluación de los PISCC, junto con la integración de un módulo especializado dentro del SisPT, aumenta su eficacia y utilidad, ofreciendo una plataforma completa y colaborativa para la gestión de la seguridad territorial. Al utilizar este recurso, los gobiernos departamentales y municipales pueden ampliar sus capacidades de planificación, ejecución y evaluación de políticas y programas de seguridad ciudadana, contribuyendo de esta manera a la creación de ciudades más seguras, inclusivas y resilientes más allá de la simple retórica que se identificaba en algunos entes territoriales.
CRIMEN ORGANIZADO TRANSNACIONAL: CÓMO ABORDAR LA GLOBALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA ILEGAL EN LATINOAMÉRICA
/0 Comments/in ARTÍCULOS/by WEBMASTERCOLPAPPor: HENRY M. RODRÍGUEZ
Doctor en Políticas Públicas por la Universidad IEXE (México). Investigador en la Organización de Estados Iberoamericanos OEI. Asesor organizacional de corporaciones policiales de México y consultor en seguridad pública y privada.
A pesar de que ha sido una preocupación mundial persistente, la falta de consenso entre los Estados ha obstaculizado los esfuerzos para abordarla efectivamente. La coordinación internacional ha enfrentado desafíos significativos por la dificultad para establecer posturas compartidas entre los países sobre este tema complejo. Solo en el 2000 se logró un acuerdo sustancial mediante la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, también conocida como Convención de Palermo. Este acuerdo proporcionó un marco importante para guiar a los países en el abordaje del crimen organizado dentro de sus propias jurisdicciones.
A su vez, mediante compromisos multilaterales, se ha intentado facilitar acciones destinadas a monitorear, prevenir, detectar, perseguir y sancionar el crimen organizado nacional, utilizando estándares internacionales como referencia y fomentando respuestas adaptadas a las realidades nacionales. No obstante, el consenso entre los Estados no ha sido tan contundente como para abordar esta problemática desde una perspectiva amplia y coordinada que trascienda las fronteras nacionales y aborde sus múltiples dimensiones.
Ante la proliferación de las actividades delictivas, la falta de voluntad política y la limitada coordinación transnacional para abordar esta problemática contribuyen a la complejidad del crimen organizado. Según el Índice de Percepción de la Corrupción, las Américas tienen una puntuación media de 43 sobre 100 en la falta de medidas contundentes para combatir la corrupción y el fortalecimiento de las instituciones.
A menudo, los países, especialmente los latinoamericanos, enfrentan dificultades para cooperar en la investigación y el enjuiciamiento de delitos transfronterizos debido a diferencias en los marcos legales, la falta de recursos, los problemas de comunicación, la corrupción e, incluso, las diferencias políticas entre los gobiernos de turno. Esta falta de coordinación ha permitido que las organizaciones criminales operen con impunidad y aprovechen las lagunas en los sistemas de justicia penal para continuar sus actividades ilícitas.
En consecuencia, el crimen organizado ha evolucionado significativamente en las últimas décadas, adaptándose a los cambios en el entorno socioeconómico y tecnológico para expandir sus operaciones y aumentar su influencia. Según el Informe Mundial sobre Drogas 2021 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el comercio ilícito de drogas representa un mercado global de miles de millones de dólares, que alimenta la corrupción, violencia e inseguridad. Es un hecho que la exportación de fenómenos delictivos como la trata de personas, el tráfico de armas, el ciberdelito o el fleteo desafía permanentemente los enfoques tradicionales de aplicación de la ley.
La globalización de la economía criminal
El crimen organizado contemporáneo se destaca por su transnacionalidad y su capacidad para aprovecharse de la globalización económica. Las organizaciones criminales han desarrollado redes internacionales para moverse fácilmente a través de las fronteras y aprovechar las diferencias entre los sistemas legales y financieros de diferentes países. La economía criminal es un gran negocio, representa hasta el 1,5 % del producto interno bruto mundial, con ingresos anuales que superan los 870.000 millones de dólares.
Al mismo tiempo, los países latinoamericanos han reconocido la gravedad del crimen organizado en diversas declaraciones regionales multilaterales, como la Declaración de Seguridad de las Américas en 2003. En regiones mexicanas y colombianas, la ausencia estatal ha permitido que grupos del crimen organizado asuman el control sobre la población y el territorio. Además, recientemente, la delincuencia organizada transnacional ha sobresalido como un problema de seguridad internacional, lo que subraya su magnitud e impacto en la región.
¿Qué hacer para abordar este fenómeno?
Diferentes analistas coinciden en que es necesario fortalecer los mecanismos internacionales de cooperación y promover una mayor armonización de las leyes y los procedimientos legales regionales. Si bien la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y otras iniciativas internacionales proporcionan un marco jurídico para combatir el crimen organizado global, su efectividad depende en gran medida de la voluntad política y la cooperación comprometida de los Estados.
Por su parte, la seguridad ciudadana sigue preocupando a la población, especialmente en regiones donde la presencia y la influencia del crimen organizado son más pronunciadas. El Informe Global sobre Seguridad Ciudadana de la ONU indica que la violencia y la delincuencia representan una amenaza significativa para el bienestar y seguridad de los ciudadanos en muchas partes del mundo, donde causan más muertos que los conflictos armados, y es una problemática cuya complejidad radica en la necesidad de abordar no solo las manifestaciones visibles de la criminalidad sino también las causas profundas que la alimentan.
Estos desafíos ameritan promover una acción coordinada y multidimensional que involucre a todos los sectores, desde el Gobierno hasta la sociedad civil. Esto implica no solo fortalecer las capacidades de las fuerzas del orden y mejorar la aplicación de la ley, sino también abordar las causas subyacentes al crimen, como la desigualdad económica, la exclusión social y la falta de oportunidades para los jóvenes. También se debe fomentar la participación ciudadana y el empoderamiento de las comunidades locales para prevenir y combatir el crimen, así como promover una cultura de legalidad y respeto por el estado de derecho. Pero no aisladamente, sino dándole la trascendencia regional que la problemática amerita.
Necesidad de mecanismos de índole regional
En un contexto marcado por la transnacionalidad del crimen organizado, resulta imperativo fortalecer los mecanismos de cooperación regional para abordar efectivamente esta amenaza. Aunque existen iniciativas regionales en América Latina —como la Organización de los Estados Americanos y la Unión de Naciones Suramericanas—, al igual que organizaciones internacionales de policía criminal con presencia en la región —como Interpol y Ameripol—, la falta de voluntad política y los intereses divergentes de los países miembros a menudo obstaculizan la implementación de estrategias comunes de seguridad. A su vez, la cooperación entre las agencias de aplicación de la ley de diferentes países sigue siendo limitada, dadas las diferencias en los marcos legales y las políticas de cada nación.
Finalmente, para superar estos desafíos es necesario impulsar una mayor integración y coordinación regional en la lucha contra el crimen organizado, fortaleciendo los mecanismos de intercambio de información, capacitación conjunta y cooperación operativa entre los países. Tales acciones podrían incluir la integración de mecanismos regionales que les permitan a los cuerpos policiales tener la capacidad para investigar y enjuiciar delitos transnacionales, así como la armonización de los procedimientos legales y leyes en seguridad. Además de un asunto inconcluso pero determinante: promover una cultura de confianza y colaboración entre los países de la región, reconociendo que la seguridad es un bien público que debe protegerse y promoverse en beneficio de todos los ciudadanos.
Fuente: Latinoamérica 21
EL SER HUMANO, NUESTRO CIUDADANO, PERECE POR IGNORANCIA
/0 Comments/in ARTÍCULOS/by WEBMASTERCOLPAPPor: GR. (RP) Hipólito Herrera Carreño
Expresidente Colegio Profesional de Administradores Policiales
Cada vez que hay eventos de inseguridad o de crisis sociales, generalmente las autoridades administrativas o de Policía, los medios de información, los gremios económicos y la comunidad siempre apuntan a recargarle la responsabilidad a la Policía sin corresponderle estrictamente y pretenden que esta sea la que debe “apagar los incendios” y responder por la solución al problema presente y de ahí sale la policía y se hace cargo o se responsabiliza con acciones inmediatistas y no de fondo como debe ser porque siempre se apaga el fuego con determinaciones del lado que no corresponde integralmente.
Me excuso recordar la frase de que: “NO ES LA POLICIA (ESTRICTAMENTE) LA LLAMADA A REFORMARSE Y REESTRUCTURARSE, SINO LA SOCIEDAD Y LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS ODE POLICIA QUE LA GOBIERNAN Y ADMINISTRAN” por cuanto es en el seno de la sociedad donde se gestan todos los comportamientos contrarios a la Convivencia y la Seguridad y por Ley son las Autoridades de Policía las responsables del Orden Público y las llamadas a responder y a atender con decisión y determinación estas problemáticas.
Uno de los problemas de nuestro país, es que los FUNCIONARIOS tan pronto son electos nombran sus equipos de gobierno, y tanto el mandatario, como sus funcionarios, unos y otros, carecen de conocimiento, capacidad y experiencia para ejercer esos cargos, primero de manera ética, de transparencia y de resultado administrativo, por cuanto los cargos se ocupan con personas solo para cubrir cuotas burocráticas y para pagar favores políticos de campaña y como desconocen a la sociedad, sus problemas y necesidades (dentro de los cuales la INSEGURIDAD ES LA PRIMERA PRIORIDAD) no les llama la atención resolverlos, siendo ello la causa porque siempre andamos tal cual y los delitos cada vez crecen exponencialmente sin ningún control ( cada año estos crecen y se incrementan en por lo menos un 20 a 30% en general).
Recuerdo que el Sistema Integrado de Gestión para la Convivencia y la Seguridad (SIGEC) del COLPAP, estableció precisamente que una de las fallas estructurales de las administraciones consiste en que las autoridades y sus funcionarios actúan totalmente desarticulados (cada uno en cargos de responsabilidad) hacen lo que pueden o les parece de manera individual sin general al final GESTIÓN PARA RESULTADOS y como es lógico los recursos se invierten generalmente a dedo y sin ninguna objetividad ni resultado positivo.
PARA VER EL DOCUMENTO COMPLETO HAGA CLICK AQUÍ
LOS PRIMEROS 100 DÍAS
/0 Comments/in ARTÍCULOS/by WEBMASTERCOLPAPCR. RP. JORGE ELIAS SALAZAR PEDEROS
Administrador Policial T.P. 2193
Por estos días se vienen dando a conocer informes a manera de balances de la gestión que han realizado los alcaldes y gobernadores en diferentes ciudades, al cumplir cien días de haber asumido el mandato entregado por los ciudadanos.
Cuando los mandatarios asumieron sus cargos en el mes de enero del presente año, el ambiente estaba impregnado de la percepción de inseguridad, preocupación, temor y cierto reclamo por parte de los ciudadanos. Este sentir también se evidenció en las encuestas de opinión donde se observó que la principal preocupación de los ciudadanos era la inseguridad.
Ahora, cien días después, se observa como la línea de acción de los mandatarios frente a los problemas de la inseguridad continúa centrada en el accionar de la Fuerza Pública y muy particularmente en la Policía Nacional y lo que más resaltan es el número de capturas que han logrado en este periodo, las incautaciones de armas de fuego, la desarticulación de algunas bandas delincuenciales y la captura de algunos integrantes de bandas criminales.
Estos resultados dentro del contexto de la política de “paz total” que por sus pocos avances se suma con un mensaje de incertidumbre y de desconcierto entre los ciudadanos que observan como los actores criminales y delincuenciales pareciera que dominan ese escenario de diálogo y a la vez continúan paralelamente con todas sus actividades ilegales dejando la sensación de no tener voluntad de paz, más bien de aprovechamiento del proceso para fortalecer sus propósitos y actividades.
PARA VER EL DOCUMENTO COMPLETO HAGA CLICK AQUÍ
COMUNICADO A LA OPINION PUBLICA Y LA COMUNIDAD EN GENERAL RESPECTO A LAS OLLAS
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