COMPONENTES CURRICULARES ESENCIALES PARA EL ÉXITO EN LA FORMACIÓN INICIAL DE POLICÍAS

Por: Tc Oscar Enrique Serrano

Administrador policial

Las mujeres y hombres policías enfrentan desafíos complejos y cambiantes, por lo cual se resalta la necesidad de que la formación inicial los prepare eficazmente para desempeñar la actividad de policía.

Por lo tanto, la presente investigación tiene como objetivo construir los componentes curriculares que orienten el diseño de los programas académicos de formación inicial de la Policía Nacional de Colombia.

Para esto, se realizó un estudio mixto con alcance descriptivo. Se aplicaron 3 cuestionarios a 1569 participantes entre los que se encontraban aspirantes, comandantes y formadores, y se realizó una revisión sistemática de la literatura considerando artículos empíricos publicados entre 2018 y 2023.

Los hallazgos indicaron que la formación inicial en la educación policial suele priorizar contenidos tradicionales como normas y normatividad en derecho de policía, sin que estén enlazados a los procedimientos de policía y a metodologías de enseñanza prácticas y centradas en el estudiante.

Asimismo, se identificó que los formadores requieren fortalecer sus capacidades de planificación y reflexión.

Por lo tanto, se presenta el resultado de componentes orientadores para el diseño curricular tomando como referencia los hallazgos de la investigación, la literatura revisada, y los retos y desafíos que presentan los programas según los análisis de contexto.

En conclusión, se discute la importancia de equilibrar el plan de estudios para incorporar contenidos no tradicionales y fortalecer la conexión entre la academia y la profesión de policía al promover una actuación policial integral basada en la evidencia, que le brinde a los futuros policías las herramientas suficientes para enfrentar los retos en el hacer.

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CONMEMORACIÓN DEL XVI ANIVERSARIO DE FUNDACIÓN DEL COLEGIO PROFESIONAL DE ADMINISTRADORES POLICIALES

Por: Mayor General Carlos Alberto Pulido Barrantes

Cofundador del Colegio Profesional de Administradores Policiales

Agradezco la deferencia y gentil invitación que me hiciera la Presidencia del Colegio, para llevar la palabra en esta solemne conmemoración del Décimo Sexto Aniversario del Colegio Profesional de Administradores Policiales, de la cual me siento honrado por haber tenido la feliz oportunidad de ser cofundador de este ilustre colegio, de haber hecho parte de una de sus juntas directivas y del Tribunal de Ética por varios años y, contribuir en su reglamentación así como de haber tenido la oportunidad de asesorar académicamente en diversas oportunidades a COLPAP y a la Escuela de Cadetes de Policía General Santander.

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PALABRAS CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO XVI DEL COLPAP 27 DE ENERO DE 2025

Por: Cr. RP. Jorge Elías Salazar Pedreros

Presidente

Colegio Profesional de Administradores Policiales COLPAP

Celebrar el aniversario de una persona, es celebrar el cumpleaños del su nacimiento, costumbre tan antigua que viene desde los Sumerios, lo que nos demuestra una connotación especial histórica de esta práctica también desarrollada consuetudinariamente en nuestro país, por ello, con el consejo directivo actual nos propusimos a partir de este DECIMO SEXTO ANIVERSARIO, realizar un acto conmemorativo en esta fecha, para dar realce y significado a ese momento tan importante para los profesionales de Administración Policial, que fue la creación y nacimiento del Colegio Profesional de Administradores Policiales, como sabemos, con fundamento en la ley 1249 del 27 de noviembre de 2008.

Por ello, este momento es oportuno para reconocer y exaltar la visión y el liderazgo que tuvo ese puñado de señores Oficiales Administradores Policiales, para organizar y dar vida al Colegio, creando el órgano pertinente para congregar a los Administradores Policiales como Colegiados, tomando la bandera de la difusión, la implementación y la materialización de la Ley 1249, la cual, con su expedición propició legalmente un futuro más cierto para el desarrollo de la profesión de Administración Policial. A ellos, con mucho respeto nuestro agradecimiento perenne y muy especialmente a los señores Fundadores que nos acompañan hoy en este recinto. Ya hemos escuchado datos muy importantes, vicisitudes, afugias, mucho ahínco y propósito, pero sobre todo las expectativas que movieron la tenacidad y la perseverancia de nuestros forjadores.

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CURSO CORTO DEL SISTEMA INTEGRADO PARA LA CONVIVENCIA SIGEC

Al cierre de la vigencia 2024 se realizó el Curso Corto del Sistema Integrado para la Convivencia SIGEC de Diciembre 4 a Diciembre 14 a cargo del ponente: Mayor (RP) Luis Carlos Hincapié Morales

DECLARACIÓN

Cuando se dejan oír en lontananza los ecos de campanas que doblan, en pleno uso de mi condición mental, mejor aún en uso de la razón manifiesto:

  1. Que soy católico, apostólico y romano, hijo y criatura de Dios.
  2. Que soy un viejo policía a mucho honor.
  3. Que no poseo propiedad alguna, bienes que hube y que doné a los más necesitados; solo me quedan la sombra tutelar de mi Policía Nacional, el amor de Sara Lilia(Q.E.P.D.) y la luz del cielo que Dios me da.
  4. Que renuncio a los honores fúnebres, discursos, flores, publicaciones etc, con ocasión de mi sepelio; basta una sagrada eucaristía por el eterno descanso de mi alma trashumante.
  5. Que la velación de mi féretro al igual que mi inhumación obedezca a lo dispuesto según el acuerdo suscrito con la firma Capillas de la Fe.
  6. Que mi cuerpo sea revestido con el overol de piloto.
  7. Que me encuentro a paz y salvo con Dios y mis semejantes.
  8. Que mi nombre se borre hasta siempre. (cualquier homenaje que se pretenda lo acojo, pero en vida terrenal).
  9. Que no se me incinere, que se me entierre en tierra bruta como a mis antepasados o cualquier mortal.
  10. Hago énfasis en que una vez fallecido no se me ofrezcan fastos de condición alguna.
  11. Gratitud para quienes me favorecieran en una u otra forma, en especial a mis padres, maestros y comandantes, que me enseñaron lo que no sabía.
  12. Hoy reverente impetro al Señor que se haga en mí su santa voluntad y no la mía.

Gracias por su fina atención a esta sentida confesión

Brigadier General (H)

Humberto Aparicio Navia

Santiago de Cali 20 de Enero de 2025

ESCLAVITUD MODERNA: LA TRATA DE PERSONAS EN AMÉRICA LATINA

La trata de personas es uno de los crímenes más atroces y dramáticos, con efectos devastadores para sus víctimas. Más allá de la explotación sexual y laboral, el alcance de la trata se ha extendido a la explotación infantil, el tráfico de órganos y otras formas de abuso que han cobrado mayor visibilidad en las últimas décadas, revelando la multidimensionalidad de esta problemática. Si bien es un flagelo que afecta a personas de todo el mundo, América Latina se ha mostrado particularmente vulnerable debido a una convergencia de factores sociales, económicos y políticos.

A nivel global, las estimaciones para 2022 revelan una cifra alarmante de alrededor de 50 millones de víctimas de trata, lo que representa aproximadamente a una de cada 125 personas en el mundo. Y en América Latina, la situación no resulta menos preocupante, dado el incremento constante en el número de víctimas detectadas en las últimas décadas. Y a pesar de los esfuerzos desplegados por diversos países para erradicar la trata de personas, el desafío persiste.

El problema persiste porque existen factores estructurales como la pobreza, la desigualdad socioeconómica, la inestabilidad política y la corrupción que permea a las instituciones, que han contribuido a la perpetuación de este ciclo de explotación. Además, la cooperación internacional es limitada y hay escasa voluntad política lo cual ha obstaculizado la implementación de estrategias más integrales y eficaces para abordar esta especie de “esclavitud moderna”.

Una región vulnerable

Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en América Latina, la trata de personas se concentra principalmente en el trabajo forzoso y la explotación sexual. Las mujeres constituyen casi la mitad de las víctimas, de las cuales el 87% son explotadas sexualmente, siendo más de una de cada diez niñas. Por su parte, los hombres representan el 57% de las víctimas de trabajo forzoso. La mayoría de los casos de trata en la región ocurren a nivel doméstico y afectan en un 90% a personas de países sudamericanos o a víctimas dentro de sus propios países.

Varios países latinoamericanos como Ecuador, Brasil, México y Colombia continúan funcionando como punto de origen, tránsito y destino para víctimas de trata, tanto para fines de explotación sexual como laboral, cuyos grupos más vulnerables siguen siendo los niños, niñas y adolescentes. La compleja situación económica y social de la región han incrementado los niveles de vulnerabilidad de las personas frente a la trata, siendo los victimarios en su mayoría personas del núcleo familiar o del entorno social cercano a las víctimas.

La pobreza estructural de la región es uno de los factores determinantes, que actúa como motor principal detrás del tráfico humano. En muchas ocasiones, las familias que viven en condiciones de extrema pobreza caen fácilmente en las trampas de los tratantes, quienes les prometen empleos falsos o mejores oportunidades educativas para sus hijos. Entre los métodos de captación y sometimiento, los delincuentes incluyen el enamoramiento, las falsas promesas de mejorar la calidad de vida, la retención de documentos, las amenazas de denunciar irregularidades migratorias y la facilitación de dinero, hospedaje o comida.

Las personas más vulnerables son víctimas fáciles de las redes de tráfico. No obstante, es un delito que no discrimina fronteras, edades, ni estratos sociales, porque las situaciones de vulnerabilidad de los países latinoamericanos son transversales y convergen en una «tormenta perfecta» que reduce drásticamente las opciones de muchas personas, lo cual lleva a que sean explotados.

Países como Venezuela han experimentado crisis económicas y políticas que han obligado a millones de personas a huir en busca de un futuro mejor. Sin embargo, muchos de estos migrantes, al carecer de estatus legal o protección adecuada en los países receptores, se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema que facilita su explotación. Según la UNODC, más de 7.7 millones de venezolanos han abandonado su país en los últimos años, muchos de los cuales han caído en manos de traficantes que aprovechan su precariedad.

Desafíos para la respuesta institucional

Conscientes de la magnitud del problema, algunos países latinoamericanos han adoptado legislaciones que cumplen con los estándares internacionales establecidos por el Protocolo de Palermo, principal tratado internacional para combatir la trata de personas. A su vez, se han conformado iniciativas como la Red Iberoamericana de Fiscales Especializados en Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes (REDTRAM),  una instancia de colaboración informal entre Ministerios Públicos Fiscales en investigaciones transfronterizas. O, incluso, el proyecto Track4Tip, que ha intentado unir a varios países de la región en torno a esta problemática. Sin embargo, la lucha frontal contra la trata parece ser insuficiente.

En México, por ejemplo, aunque la legislación es sólida, son enormes los desafíos en términos de coordinación institucional y recolección de datos sobre las modalidades del delito. desarrollados programas ambiciosos países como Ecuador y Colombia, que han desarrollado programas ambiciosos, pero cuyo impacto real aún está por demostrarse.

La corrupción dentro de las instituciones gubernamentales es otro de los obstáculos para la lucha contra la trata de personas. En varios países de la región, funcionarios públicos suelen ser cómplices de las redes de trata. En otros casos, la falta de recursos, la escasa capacitación de las fuerzas del orden y la ausencia de una estrategia institucional coherente, han contribuido a la perpetuación del delito.

La cooperación internacional, mecanismo esencial para combatir eficazmente la trata de personas, es otro de los retos apremiantes, al tratarse de un delito que trasciende fronteras. Ante este panorama, es prioritario establecer una estrategia integral, que no solo atienda la creación y el fortalecimiento de unidades especializadas policiales y fiscales para la prevención, investigación y atención a víctimas, sino que también tenga un enfoque centrado en la víctima, así como en la cooperación interinstitucional efectiva, tanto a nivel nacional como transnacional, siguiendo las recomendaciones del Quinto Diálogo Técnico de Trata de Personas.

La trata: un problema de todos

Se requiere de voluntad política y un compromiso firme para que la trata de personas sea considerada como prioridad en la agenda pública. Se requiere de una mayor asignación de recursos, de una intensificación de políticas públicas preventivas y de un enfoque integral para abordar el desconocimiento generalizado sobre la magnitud y las dimensiones de este delito.

No solo se trata de un desafío legal o policial. Se trata de una crisis humanitaria que interpela a toda la sociedad y que demanda un cambio cultural, en virtud de la dignidad humana por encima del lucro económico. Para ello, es clave promover una conciencia colectiva sobre la importancia de erradicar este flagelo. Solo con un compromiso decidido y una acción coordinada será posible evitar que los esfuerzos sigan siendo fragmentados e insuficientes.

Por: Henry M. Rodríguez

Fuente: latinoamerica21.com

INFOCRACIA Y SEGURIDAD: LA NUEVA AMENAZA INVISIBLE EN COLOMBIA

En el mundo digitalizado de hoy, ha aumentado el riesgo del uso de la información como un arma con el potencial de trastocar a la sociedad, si bien, la información y en específico los medios para difundirla han jugado a lo largo de los siglos un papel determinante en la forma en que los individuos se perciben a sí mismos y con los demás, cada vez se estrecha más la relación objetiva entre los hechos y las opiniones. En su libro “Infocracia: La digitalización y la crisis de la democracia”, Byung-Chul Han alerta sobre los peligros de la manipulación informativa y su impacto en la democracia. En Colombia, este fenómeno tiene implicaciones profundas en la seguridad pública, alterando no solo la percepción ciudadana, sino también la capacidad de las instituciones para proteger a la sociedad.

La infocracia no es un concepto lejano, en el contexto colombiano su influencia es palpable. La manipulación de noticias y la propagación de información falsa generan un clima de inseguridad que trasciende lo físico y fractura la confianza hacia la gobernanza del Estado. Esta amenaza invisible no solo afecta la gestión de la seguridad pública, sino que también pone en riesgo la cohesión social.

El ecosistema digital ha permitido que las narrativas falsas proliferen de manera exponencial. Noticias alarmistas y manipuladas pueden generar caos en las comunidades, y obligan a las autoridades a movilizar recursos hacia amenazas inexistentes y se desprotegen otros sectores vulnerables. Este fenómeno fue observado en el pasado “estallido social” cuando circularon mensajes falsos a través de redes sociales que advertían sobre supuestos saqueos y ataques a residencias por parte de grupos vandálicos. Estos rumores infundados llevaron a que numerosos ciudadanos, presa del miedo, formaran grupos de defensa comunitaria armándose con palos y otros objetos para proteger sus hogares de peligros ficticios.

Las plataformas digitales, diseñadas para maximizar la atención del usuario, amplifican las emociones negativas. Según Han, este mecanismo refuerza un sesgo cognitivo hacia el miedo y la desconfianza. En Colombia, la viralización de videos fuera de contexto o noticias falsas ha erosionado la confianza en las autoridades locales, y debilitan su capacidad para mantener el orden y la seguridad. Esto evidencia una alerta institucional y cultural.

Ante esta amenaza invisible se requiere una respuesta innovadora e integral al combinarse tecnología avanzada con ciberdefensa. Esto incluye el desarrollo de sistemas de monitoreo que detecten y neutralicen la propagación de noticias falsas relacionadas con la seguridad pública, como por ejemplo un observatorio de información como organismo autónomo que trabaje en colaboración con autoridades, medios de comunicación, empresas tecnológicas y la academia.

Al igual, es fundamental empoderar a los ciudadanos con herramientas y conocimientos que les permitan identificar información manipulada. Esto puede lograrse a través de programas educativos masivos. Las instituciones de seguridad deben ser transparentes y responsables en la gestión de la información, y así evitar la desinformación. Es esencial una comunicación efectiva que desmienta rumores, desmitifique imaginarios con el propósito de generar confianza entre la ciudadanía y las instituciones.

En palabras de Byung-Chul Han, “la digitalización no solo redefine la democracia, sino también el poder”. En el país una respuesta colectiva e innovadora evitaría que las narrativas falsas determinen las decisiones y que el miedo digitalizado fragmente la sociedad.

Es hora de liderar un modelo de seguridad que trascienda las medidas tradicionales y abarque tanto lo físico como lo digital. Las autoridades deben adoptar tecnologías avanzadas y fomentar la transparencia, mientras que los ciudadanos tienen que convertirse en defensores de la verdad, fortaleciendo la cohesión social desde la educación y la conciencia digital.

En una era donde el acceso y la globalización de la información y su parte contraria, la desinformación es tan poderosa como las armas, Colombia tiene la oportunidad de liderar un modelo de seguridad que no solo proteja nuestros territorios, sino también nuestras mentes. Es hora de construir una ciudadanía crítica, consciente y preparada para enfrentar las sombras de la infocracia. Solo así podremos transformar la inseguridad percibida en confianza colectiva, al recuperarse la cohesión social y al fortalecerse las instituciones que nos protegen. La seguridad del futuro se afronta en el terreno físico y en el campo de las opiniones enmascaradas. Es nuestra responsabilidad asegurarnos de que la verdad siempre prevalezca.

Por: Jimmy Bedoya

Profesional en administración policial y de empresas, doctorando en estudios sociales (UExternado), máster en administración de recursos humanos (Ucav de España), máster en administración de negocios -MBA- (UExternado), especialista en seguridad (Espol), gobierno y gerencia pública (EAN) y control interno (UJaveriana), y CIDENAL (Esdeg). Es columnista y consultor con más de 30 años de experiencia en seguridad pública, capital humano y control interno.

Fuente: KyenyKe.com

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